Economía política del fracaso

El modelo económico chileno ha sido objeto de un amplio cuestionamiento. La mayoría de las impugnaciones, sin embargo, han evitado cruzar una frontera: todos reconocen en el crecimiento y modernización de sus estructuras económicas una consecuencia positiva de su obra. Es lo que en este libro llamamos Hipótesis Modernizadora, el pilar filosófico del modelo. Según esta hipótesis, lo que se ha hecho está en el camino correcto. Y aunque quizás, según los divulgadores de esta hipótesis, no se hizo todo lo necesario respecto al bienestar social o respecto al desarrollo político, sería indiscutible la existencia del proceso de modernización de la economía. Chile vive hoy la fantasía de esta Hipótesis Modernizadora: se asume que, al margen de ciertos resultados temporalmente negativos (desigualdad, precariedad, medioambiente), el modelo habría dinamizado nuestra estructura productiva. Se nos dice que aun cuando el orden político está en crisis, el orden económico avanza y debe conservarse: acuerdos de libre comercio, ingreso a la OECD, acceso a bienes de todo el mundo a precios bajos, auge exportador; todo pareciera hablar de un claro camino a la modernización. Este texto se aleja de esa aparente paradoja: mientras unos alaban la modernización (la derecha) y otros se preocupan de darle un ‘rostro humano’ (la centroizquierda), el libro defiende que la modernización es un mito. El orden económico no tiene bases materiales que lo sostengan, si bien tiene un muy consolidado sustento mítico. El triunfo de la Hipótesis Modernizadora no es económico, es ideológico y político. Consecuentemente, la obra busca rastrear los fundamentos de la mencionada hipótesis, sus orígenes, implicancias y su cristalización en la literatura económica chilena. Posteriormente busca demostrar que, lejos de ser un orden modernizador, el modelo reproduce una estructura rentista cuyos cimientos son en extremo frágiles: creciente endeudamiento, dependencia del precio del cobre y despolitización. Nuestra conclusión es simple: la Hipótesis Modernizadora es falsa, y su resistencia solo se explica por su utilidad para una elite crecientemente indiferenciada ideológicamente.